lunes, 14 de diciembre de 2015

Templando los nervios

El domingo pasado me levanté más temprano que otras veces, a pesar de que había quedado a las 8.30 am con Luis. La razón fue que sospechaba que la niebla condicionaría el viaje hasta mi destino. Y así fue.
Una niebla densa como la espuma, que imposibilitaba la visibilidad en amplios tramos de la autovía. El caso era llegar, por lo que no me apuré en llegar a mi destino.
Tras saludar a Luis, hice lo propio con Bulma, su encantadora perrita, la cual me recibe con mucha alegría.
Con todo en el coche, nos fuimos para el río, parando unos minutos para tomar un café.
La niebla ya se había disipado en parte, lo cual ayudaría a transitar por las inaccesibles orillas del lugar.
 Lo primero que nos encontramos al acercarnos al agua, fue un trasmallo, que la corriente arrastró hasta una rama parcialmente sumergida. Esto da una idea de las intenciones de alguna gente, que trata de esquilmar lo que estas aguas ofrecen.
Las crecidas repentinas del caudal, hacen que a veces resulte imposible recuperar el aparejo, por lo que al final, el "pescador" se queda sin su botín y sin su "arte de pesca".
 A través de una de las aberturas de una pesqueira, accedemos hasta la zona escogida.
Las pesqueiras son parte de la historia del río Miño, ya que durante siglos se utilizaron para extraer las lampreas.
Aquí tenéis algo más de información sobre este enigmático pez: http://www.miguelpesca.com/la%20lamprea.htm
En esta ocasión yo me decidí a pescar a spinning. Sin embargo, tras unos lances, me detuve a maravillarme con la excelente técnica de mi anfitrión con la ninfa.
Y es que ha sabido desarrollar una técnica que le ha proporcionado grandes momentos en este curso fluvial.
Tímidamente, el sol comenzaba a hacerse visible, lo cual se agradecía. Y digo esto, porque el frío hace que las manos sufran bastante en estas condiciones.
Si algo odio en el ejercicio de la pesca, es sentir el frío en mis manos. Pero entiendo que a veces es inevitable jejeje.
Con la mañana avanzada, llegué a un enorme pozo. Sabedor de que aquí habitan grandes truchas y algunos salmones, los nervios pueden jugarte una mala pasada.
Y es que cuando el señuelo se para en seco, la imaginación puede hacerte soñar despierto.
En este caso se trataba de una bonita trucha, que volvió al agua tras una breve contemplación.
Curiosamente se quedó detrás de mí, recuperando sus fuerzas en una suave corriente.
Estuvo un buen rato, hasta que decidí grabarla bajo el agua. Entonces se marchó como una exhalación.
Poco después, observé la orilla opuesta y pensé en la posibilidad de que aquel lugar tan distante, pudiera albergar un buen pez. Fue un pálpito, y como tal, había que hacerle caso. Es una de esas extrañas sensaciones de pensar "Y si ..."
El caso es que me dispuse para intentar alcanzar el punto en cuestión. Ejecuté el lance y mi señuelo cayó donde había planeado. Tantos años pescando a spinning han dado sus frutos jejeje.
Pocas vueltas de manivela y la cucharilla se para en seco ... clavo ... y un pez comienza a saltar fuera del agua con gran nerviosismo. Pensé en un reo, aunque también barajé otra opción que me tiene ocurrido en alguna ocasión.
Al final fue la segunda. Se trataba de una trucha a la que el anzuelo de la cucharilla había pinchado cerca del ojo. Por suerte pude liberarla sin secuelas para ella. Y en esta ocasión, esta sí que buscó alejarse rápidamente desde el primer momento.

Luego, Luis y yo fuimos ascendiendo por la orilla, cada vez más impracticable. Queríamos ver hasta donde podíamos acceder. Lo cierto es que era una temeridad aventurarse por aquella vegetación tan densa y las rocas tan resbaladizas. Cuando me encontraba un poco distanciado de Luis, pude escuchar unos gemidos.
Era mi compañero, así que acudí a ver qué había ocurrido. Este se había enganchado con unas zarzas, provocando su caída entre las rocas. La sangre brotaba en su nariz y en la frente. Por ello le recomendé que se sentase. Tras unos minutos, nos dimos cuenta que no merecía la pena seguir por allí, así que buscamos una salida para volver hasta el coche.
Así fue como terminó esta jornada de pesca.  Con mi compañero magullado por la caída y con un corte importante en su nariz.
Por ello recomiendo no ir sólo a pescar y más cuando se trata de lugares en los que hay dificultades para avanzar. Y es que a veces no basta con comunicar a nuestra familia el lugar al que vamos. 
Sé que a veces es imposible contar con un compañero de pesca. En estos casos será mejor echar mano de la cautela.

19 comentarios:

  1. Muy guapas las truchas, noraboa!! Faena lo del compañero, a veces encontrar otro chalao para compartir afición es dificil y hay que aventurarse sólo, pero por supuesto lo mejor es ir acompañado.
    Un saludo amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.
      Lo del compañero no acabó en tragedia por suerte. Eso sí, en caso de haber sido peor, allí estaba yo.

      Saludos

      Eliminar
  2. Enhorabuena por las capturas y la jornada Jose y como bien dices mejor siempre acompañado por si acaso.nunca se sabe donde se puede tropezar...saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.
      Lo de ir acompañado no siempre es posible, pero contar con ayuda en caso necesario, es de agradecer.

      Saludos

      Eliminar
  3. Buena jornada Josiño
    Que guapas son las truchas, espero poder seguir observándolas muchos años.
    Por cierto, no sabía que en el Miño se puede pescar todo el año. Es así? A qué es debido?
    Un abrazo par tí y tu compañero. Que se mejore.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias compañero.
      Es el pez que me encandiló desde pequeño.
      El Miño es pescable todo el año en el tramo internacional. Eso sí, hay que saber unas cuantas cosas al respecto.

      Saludos

      Eliminar
  4. Enhorabuena por las capturas ,el afan que tenemos por buscar esas ansiadas presas nos hace confiados, y a veces no vemos el peligro que nos rodea ,como bien dices siempre que se pueda en esos lugares acompanado. celebro que tu companero este bien y que haya quedado en una anecdota .
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.
      Yo también me he cegado alguna vez y me he metido en aventuras yo sólo, pero mejor en compañía.

      Saludos

      Eliminar
  5. Preciosas fotos y que bonitas truchas...
    Desde luego hay que ser muy prudentes, ya que ... O mal non acouga ¡¡
    Ssddss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias.
      La prudencia es buena compañera en la pesca, sea donde sea.

      Saludos

      Eliminar
  6. Unas truchas muy bonitas y un entorno precioso; sólo por pasar un rato pescando por allí, aunque no sacara nada, a mí ya me merecería la pena.
    Y una pena lo de tu compañero, aunque por lo que cuentas simplemente se quede al final en una anécdota y seguro que pronto, conociendo a los pescadores, estará deseando volver a la orilla del río, cosa que deseo junto a su pronta recuperación. Buenos consejos los que nos das sobre cómo afrontar las jornadas de pesca en compañía por lo que pueda ocurrir. Lástima que muchos no hagamos mucho caso, cosa que nos debería hacer reflexionar. Y nada más, amigo Josiño, decirte que últimamente estoy un tanto vago con mi blog y la atención que presto a los de mis camaradas blogueros, pero que siempre os sigo con especial interés.
    Un saludo y Felices Fiestas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El lugar es fabuloso, salvo por la peligrosidad de sus aguas.
      Lo de pescar en compañía, es muy recomendable, aunque no siempre es posible.
      Lo de la vagancia, va por oleadas jejeje.

      Saludos y Felices Fiestas.

      Eliminar
  7. Buenos días en primer lugar espero que Luis esté recuperado totalmente,y en segundo lugar ¡¡¡¡comprate unos guantes para el fróo!!!!jajaja....es lo que tiene este tiempo que el frío se hace notar mucho y más a pie de orilla..un saludo Jose.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya casi ha salido de "boxes", pero lo cierto es que me temí lo peor.
      Lo del frío y los guantes es lógico, pero no se pesca con tanta soltura jejeje. Eso sí, antes que perder los dedos jejeje.

      Saludos

      Eliminar
  8. Josiño del rio solo me gusta el salmon que presenta una pelea buena, buena, a les truches nunca yos cogi el gustillo.
    Salud,que se mejore el compa y a seguir disfrutando...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El salmón es mucho reto y por desgracia cada vez está más difícil.
      Eso sí, no me cansaré de intentarlo.

      Saludos

      Eliminar
  9. Si es pescable todo el año pero no para pescar truchas....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente. Eso si, uno no controla los peces que pican. Limitando los señuelos y cebos se puede conseguir, pero la legislación es la que hay.

      Saludos

      Eliminar
    2. Efectivamente. Eso si, uno no controla los peces que pican. Limitando los señuelos y cebos se puede conseguir, pero la legislación es la que hay.

      Saludos

      Eliminar